jueves, abril 07, 2005

La Primera Experiencia


Primera Foto
Originally uploaded by Hechicero.
Entrar en ese sitio frío, donde sabes que no va a pasar nada del otro mundo (según uno), me hace sentir lo
mismo que al entrar a presentar el examen final, del cual depende todo un período de esfuerzos. Muy a pesar de que justamente el sexo, me salva de cualquier interacción física, con quien dentro de este sitio está, no es posible mantenerme del todo tranquilo ni del todo inquieto en la espera...

Al fin dentro, marañas de palabras que se escurren en los oídos, intentan dar explicación a un milagro de la Naturaleza Divina del Ser Humano. Definitivamente algo de lo escuchado, queda en el entendimiento, otro poco en la memoria, pero los nervios y la angustia, empujan la mayoría al olvido casi inmediato. Solo existe un pequeño espacio de la conciencia, encargada de estar atento a las palabras de quien habla y controlar el temblor corporal (sea por causa del frío o los nervios, en este punto da igual).

Luego de los sofocantes e interminables cinco minutos de charla, quien lleva la primera y ultima palabra en aquel frío espacio, se levanta de su asiento y apagando la única luz, pide a mi compañera que le siga a un reservado cercano... dejándome solo en la inmensidad de los tres metros cuadrados de espacio que me rodea. La interminable espera de minuto y medio, tras un paraban que nos separa, se ve abruptamente interrumpida por la misma voz, que antes intentaba hacerme entender algunos cálculos de biología básica. Me pide que pase tras el paraban, donde consigo a mi compañera, vestida con una clásica bata de papel, y acostada sobre una camilla.

Al principio estaba atento a lo que me pareció una explicación previa a lo que iba a acontecer, vigilando muy de cerca todo lo que estaba ocurriendo. Luego, coloca sobre el vientre de mi amada esposa, un gel transparente y viscoso, que a todas luces debía ser mucho más frío que el mismo ambiente donde estábamos, y luego con un leve movimiento... Ocurrió...

Frente a mí, un pequeño monitor reflejaba una imagen algo difusa y borrosa, de lo único verdaderamente nítido que me ha pasado en mucho tiempo. La imagen poco a poco, y con la explicación sencilla y amable de la dulce voz que hasta allí me llamó, pudo ser reconocida por mis ojos. Un movimiento constante en un punto de luz, delató la fuente de su diminuta e inmensa vida, latiendo con el fervor de un caballo brioso... Y pude verlo por primera vez...

Pude ver por primera vez, al Real Descendiente de este Plebeyo emocionado. Y mientras la imagen frente a mis ojos, se hacía cada vez más difusa por culpa de mis lágrimas, se hacía mas claro mi mundo y mi vida, gracias a ÉL... Gracias al milagro inmenso de la vida, contenido en sus 23 milímetros de largo...

Gracias a Dios... Gracias a Dios.....